Los mayas queríamos llenar el hueco que nos había dejado el árbol de otoño, el cual ha pasado al pasillo a la espera de la primavera para recuperar su color y sus hojas...en definitiva, ¡su esplendor!
No se nos ocurrió nada mejor y, aprovechando que estamos en Invierno, que ocupar este espacio con un precioso y gran muñeco de nieve.
Antes de empezar, nos pusimos alrededor de la mesa destinada para la realización del muñeco de nieve y nos remangamos para no mancharnos, ya que íbamos a pegar trozos de algodón sobre cola...
Y cuando estuvimos preparad@s, empezamos a pegar los trozos de algodón sobre nuestro muñeco...
Y así nos quedo...
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