Caperucita en su cestita llevaba muchas cosas a su abuelita. Entre ellas llevaba diversas frutas, las cuales son muy beneficiosas para nuestra salud. Una de las frutas que llevaba eran unas naranjas, las cuales son propias de esta época del año y además, son muy buenas para prevenir, mejorar y aliviar los típicos catarros otoñales (como el que tenía la abuelita). Por todo ello, nosotr@s hemos querido aprender más acerca de las naranjas...
Las profes nos dieron unas naranjas enteras para que pudiéramos tocarlas, ver su forma y su color, ver su textura, etc., incluso las rodamos...
Después, nos sentamos en la mesa por que ibamos a descubrir las múltiples diferencias entre una naranja entera y una naranja abierta por la mitad...no sólo sus diferencias, también sus posibilidades (como comérsela, hacer zumo...). ¡Estaban húmedas y olían mucho más intensamente! Eso fue lo que más nos llamo la atención...
Después de todo eso, algunos fuimos algo más intrépidos y decidimos chupar la naranja a ver que pasaba...
Y después de todo esto, nos enseñaron como podíamos hacer zumo, lo cual no era nada sencillo, ya que ¡había que esforzarse mucho para exprimir bien las naranjas y sacarles todo el jugo! Y por supuesto, ¡LUEGO NOS LO BEBIMOS!