Una de las maneras más efectivas, interesante y (por que no decirlo...) divertida que tenemos de aprender a esta temprana edad es mediante la experimentación con bandejas en las que se incluyen diferentes tipos de materiales, sustancias, etc.
A los mayas nos encanta descubrir cada una de las cualidades de los diferentes elementos que nos encontramos en su interior y, en esta ocasión y, aprovechando que estábamos "estudiando" el cuento de los siete cabritillos, las profes nos dieron la oportunidad de "meter nuestras patitas en harina" (como hacía el lobo en el cuento para confundir a los cabritillos y conseguir así que le abrieran la puerta).
Hay veces que las bandejas las hacemos tod@s junt@s, pero no siempre. En otras ocasiones, nos desdoblan en dos grupos y a nosotr@s nos parece genial esa idea, ya que estamos más tranquil@s y relajad@s y podemos realizar mejor las actividades.
En esta ocasión fue lo que sucedió, por que además eramos much@s para estar tod@s a la vez descubriendo y jugando con la harina y lo de pintar nuestras patitas iba a ser bastante engorroso, así que nos dividimos y salimos al pasillo para no dejar la clase blanca blanca...
Cuando llegamos, estaba todo preparado....
Primera toma de contacto...
Como veis, no nos importo "experimentar"...
Pero todo lo bueno se acaba...
¡ESPEREMOS QUE NOS DEJEN REPETIR!
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